En este tipo de entrenamiento mejoras la calidad del movimiento y utilizas ejercicios que simulan acciones cotidianas vitales.
Tu cuerpo está hecho para explorar estos cuatro pilares fundamentales:
1. LOCOMOCIÓN: La capacidad de desplazarse de un punto a otro es vital en nuestra vida diaria. El entrenamiento funcional mejora esta habilidad, permitiendo movimientos más eficientes y seguros.
2. CAMBIOS DE NIVEL: Estos movimientos implican ajustar la altura del centro de gravedad, agacharte y levantarte con comodidad pasa por practicar sentadillas o zancadas. Son esenciales para desarrollar fuerza y flexibilidad en las piernas.
3. EMPUJE Y TRACCIÓN: Son acciones opuestas:
Empuje se refiere a alejar algo del cuerpo, como cuando empujas un sofá.Tracción es el acto de tirar algo hacia uno mismo como coger una bolsa de la compra.ç
4. ROTACIÓN: La rotación activa los músculos del tronco, mejorando la estabilidad y la fuerza del core. Es un componente crucial para mantener una postura correcta, evitar dolores de espalda y prevenir lesiones.
El entrenamiento funcional no solo busca mejorar el rendimiento físico, sino también asegurar que los movimientos sean seguros y eficaces para la vida diaria y el deporte.